Entrenamiento Funcional en vacaciones: tu mejor compañero de viaje

¿Quieres una forma fácil de realizar ejercicio lejos de la rutina? ¡Haz que el entrenamiento funcional viaje contigo estas vacaciones!

Cuando llega el verano y nuestras merecidas vacaciones, tendemos a dejar de lado el ejercicio físico como si se tratase de una molestia a evitar más, sobre todo por el inconveniente que supone la práctica deportiva en caso de que viajemos o no dispongamos de nuestros centros de entrenamiento habituales.

Una de las soluciones para esta situación y que supone una de las mayores tendencias del mundo del fitness actualmente, es el entrenamiento funcional, una metodología de práctica deportiva que se caracteriza por su rapidez, eficacia y ausencia de necesidad material deportivo.

La clave a la hora de llevar este tipo de entrenamiento con nosotros en el equipaje reside en su adaptabilidad. Cualquier persona puede elaborar rápidamente una rutina de unos cuantos ejercicios que trabajen la totalidad del cuerpo y que no requieran de máquinas de gimnasio o pesos adicionales.

En su mayoría, el entrenamiento funcional consiste en ejercicios sencillos que no necesitan de una gran habilidad técnica y que pueden ser realizados por la gran mayoría de la población, pudiendo incrementar la dificultad del entrenamiento simplemente variando el número de repeticiones y tiempos de ejecución, por ejemplo.

Como no necesitamos material y podemos realizar la mayoría de ejercicios con nuestro peso corporal y sobre cualquier superficie, garantizamos que hasta el suelo de la habitación del hotel o la arena de la playa se conviertan en nuestro espacio de entrenamiento.

No obstante, cabe considerar que en muchos casos tenemos opciones de realizar deporte que desconocíamos previamente, en el caso de CUBOFIT, te ofrecemos la oportunidad de realizar tu entrenamiento funcional al aire libre, contando con la garantía de contar con un material de calidad y el asesoramiento de un técnico deportivo profesional y cualificado.

Si tienes la mala suerte de no tener opción de acudir a nuestros gimnasios portátiles, o si no estas familiarizado con el entrenamiento funcional y necesitas unas nociones básicas de ejercicios y estructura, te presentamos la siguiente propuesta para que no tengas que empezar desde cero:

Circuito 1 – 3 series x 30 s cada ejercicio

– Lunge/ zancada hacia atrás: paso amplio, talón despegado del suelo, buscando los 90 grados en ambas rodillas.

– Pose de V: tumbado en el suelo boca arriba, levantar al mismo tiempo los brazos y las piernas estirados.

– Climbers: en posición de plancha buscar nuestro pecho con las rodillas de forma alterna.

Circuito 2 – 3 series x 30 s cada ejercicio

– Push-ups: con o sin rodillas en el suelo, manos a la altura de los hombros.

– Crunch/ Abdomen: rodillas por encima de las caderas, separar la parte alta de la espalda sin tirar del cuello ni separar la lumbar del suelo.

– Skipping/ rodillas al pecho: de pie, tronco recto, levantar las rodillas al pecho de forma alterna para subir rápidamente las pulsaciones.

Una vez hemos conformado una rutina adecuada y nos disponemos a hacer uso de ese hueco en nuestras vacaciones para la práctica deportiva, no debemos olvidar que factores como las altas temperaturas y la hidratación se vuelven aún más determinantes durante los meses estivales.

En caso de que ya hayas decidido que no quieres perder tu forma física ni tu rutina de entrenamiento mientras disfrutas de las vacaciones, aquí tienes unos consejos para compaginar tu entrenamiento funcional con las vacaciones veraniegas:

1. Planificar tus entrenamientos

Trata de improvisar lo menos posible tus rutinas para conseguir una periodicidad y establecer rápidamente una adaptación al entrenamiento, evitando situaciones de excesos de cargas o esfuerzos inesperados que unido a factores como deshidratación o temperaturas puede darnos algún susto con un golpe de calor.

2. Entrenar lo justo y necesario

Unido a la necesidad de tomar las vacaciones como una forma de descanso frente al ajetreo de la vida diaria, debemos tomar nuestras sesiones de entrenamiento funcional como un accesorio no esencial de nuestras vacaciones. Un trabajo necesario solo para mantener nuestra forma física en una situación de inactividad que no se extenderá de forma prolongada en el tiempo.

3. Viajar con ropa deportiva

Pese a no requerir de ningún material deportivo específico, contar con unas buenas zapatillas y ropa cómoda y transpirable garantiza que realicemos los ejercicios con la mayor comodidad posible y evitemos sudar en exceso o tener molestias innecesarias durante el ejercicio.

4. Entrenar de forma amena y entretenida

La variabilidad y cantidad de ejercicios disponibles puede resultar abrumadora, pero también supone una oportunidad para probar ejercicios nuevos e interesantes o simplemente confeccionar rutinas con ejercicios que te diviertan.

5. Tener una buena hidratación

No podemos dejar de recordar que realizar actividad física en verano supone un riesgo de padecer deshidratación, golpes de calor, mareos y otras situaciones peligrosas si no tenemos en cuenta mantenernos hidratados a lo largo de nuestras sesiones.

6. Evitar entrenar a altas temperaturas

Evitar las hora de mayor calor, que suelen corresponderse con el período de 12 de la mañana a 4 de la tarde, es fundamental para hacer el entrenamiento ameno y llevadero. Aunque pueda costar madrugar durante nuestras vacaciones, debemos tomarnos estas horas vespertinas como el momento ideal para ejercer nuestra pasión por la actividad física.

7. Mantener una buena motivación

Ocupar nuestras vacaciones con algo más que relajamiento y fiestas, con comportamientos poco saludables en muchos casos, es fundamental si queremos mantener un estilo de vida saludable o simplemente que retomar nuestra rutina de ejercicio cotidiana no sea tan difícil a la vuelta de nuestras vacaciones. Nuestro compromiso con nuestra salud debe mantenerse pese a que se nos antoje desconectar de cualquier esfuerzo al que estamos acostumbrados.

8. Ser paciente y disfrutar

Pese a lo anterior, estas rutinas deben ser complementarias a una alimentación saludable, descanso y demás componentes comunes de cualquier metodología de entrenamiento. No trates de hacer sobreesfuerzos compensatorios por las típicas barbacoas veraniegas, ni emplees todo tu esfuerzo a unas temperaturas extremas en agosto. La dedicación y periodicidad son más que suficientes durante esos pocos días de vacaciones que estarás separado de tu instalación y profesionales deportivos de confianza.